Publicidad

sábado, 22 de octubre de 2016

Cartago, Regalías Sin Raíces (cuadragésimo segundo dominical 2.016)

Cartago, Regalías Sin Raíces



Los ambientalista de Cartago realizaron visita a terreno: construcción, Avenida Santa Ana y Obras complementarias que adelanta el Consorcio Villa de Robledo. (Consorcio foráneo con nombre regional).

Desde la zona cero de la obra: la plaza de ferias. Encontramos maltrato a los árboles que siguen aún en pie, y fueron salvados por los ambientalistas. Estos árboles son golpeados por la maquinaria y clavados con enormes puntillas para realizar la separación con tela, senderos peatonales y zonas de trabajo.


El espíritu de maltrato, ha sido la común herramienta desde el inicio de la obra. Son malas maneras las que utilizan la clase política y contratantes para menospreciar a la comunidad, tales como engaño, desinformación, silencios administrativos - camino que usan  para relacionarse  con los “quejosos ambientalistas”-, que velan  por el derecho al ambiente sano,  derecho al esparcimiento y  dignas zonas verdes. 


El desprecio a las veedurías ciudadanas es tan grande,  que los accionantes de la audiencia pública ambiental, desarrollada el 23 de noviembre de 2.015, para oponerse a la tala de árboles, tuvieron que interponer una acción de tutela por la vulneración al debido proceso e información, cuyos derechos fueron transgredidos por la Corporación Autónoma Regional CVC, al no comunicar debidamente la resolución salida de la audiencia pública. (audiencias, que según Corporaciones Autónomas son informativas, no de debate o decisorias). 

Vale recordar, que el Tribunal Superior de Buga, encontró vulnerado el derecho al debido proceso e instó u "obligó" a la CVC a rehacer la resolución, con el acompañamiento de la comunidad (cosa que no cumplió). Tramite administrativo de  aprovechamiento forestal que pidió la Alcaldía de Cartago para el inicio de la obra.

Aquí surgen varias preguntas: ¿por qué la CVC no rehízo la resolución, llamando a la comunidad a realizar la Audiencia Pública para hacer un 'acompañamiento integral a la intervención'? (De hecho fue la comunidad quien pidió la audiencia pública para oponerse a la tala, NO la CVC) cuál quedó en entre dicho por el fallo del Tribunal Superior de Buga.
¿Por qué iniciaron la tala de los árboles, sí la resolución quedó sin valides por el efecto de la tulela interpuesta?, ambas acciones son un desacato.


Rehecha la resolución a su antojo, el Consorcio Villa de Robledo, tala más árboles, de los que tienen permiso: hasta el momento se han contabilizado 10 individuos arbóreos talados sin aval de erradicación. Pero la CVC parece que desapareció de la atmósfera de la ciudad, no hace actos de presencia, ni control.  Es una violación fragrante de normatividad  nacional, multilateral y clara cesación de sus funciones.

Los proyectos de regalías en Cartago, no tienen raíces, ni sentimientos, ni consideración con los ciudadanos, ni con el medio ambiente por el hecho de usurpar el civismo y arraigo por la comarca.
Son proyectos con recursos de regalías realizados por grupos satélites  de contratación con filosofía nómada, que llegan, destruyen, aprovechan y se echan a perder. (la comunidad teme que quede en el limbo la reposición arbórea).

Es el caso del proyecto de regalías destinado a los Bordados de Cartago. Se realizó, y no dejó sino “pesares”. Puntualmente, división, falta de insumos, falta de maquinaria, falta de agremiación, falta de visibilización de las bordadoras, falta de reconocimiento a los artesanos, falta de equipos. Lo más triste del proyecto es el empujón para seguir en la pobreza, en la trastienda y el olvido a nobles y humildes artesanas, que continúan condenadas a la informalidad laboral, explotación y esclavitud moderna. 

Un proyecto de  $ 5.000 millones, que sólo dejó millas acumuladas en las aerolíneas por “viajes a Miami” de unos cuantos nuevos cartagüeños y unas pobres notas periodística sobre agencias de modelaje. Qué cumplió más la función de publirreportaje comercial privado, que proyecto de capital humano de la  Villa de Robledo.

El pueblo de Cartago es mayúsculo frente a sus gobernantes, tiene un alma tan grande, que no puede tener cabida en medio de la corrupción reinante de la administración municipal,  departamental y CVC.

No dejemos que la vida,  rehaga y recomponga el túnel bordado de árboles,  que perdimos por  el insaciable  lucro impúdico de los nómadas de la corrupción, profesionalizados en contratos de regalías y muy bisoños en la reposición arbórea y trato humanizante... Luchemos - Más árboles, menos corrupción. 


Jorge Enrique Moncada Angel


No hay comentarios:

Publicar un comentario