Teoría del Mundo Hostil
Jorge Moncada Angel |
La teoría del
mundo hostil, es una doctrina fatalista, defensiva, amorfa, apocalíptica, disuasiva
y determinista.
Nacida en los
avatares de la paradoja del futuro tecnológico, científico, médico - de mayor
conquista en la Historia del hombre. Contraria a la época de más alta destrucción
del medio ambiente, entorno natural de la humanidad.
La teoría
dicta el poder compartir vía comunicación tecnológica, cantidad de pesares ocasionados a la naturaleza, sin socializar el grito de
cambio, de actuaciones, modos, hábitos y malas prácticas con el planeta- con
nuestra casa- sin asumir contrición alguna.
Es la autoflagelación de la conciencia colectiva, creada a partir de la violación a
dicha consciencia para ser sujeta a manipulación mediática de los preppers (defensiva) (grupo de personas que
se preparan para un mundo apocalíptico y post-Armagedón) que determina en la
incapacidad de la fuerza consertativa del hombre, la causa de la destrucción del orden mundial. (Determinista)
Al ser una
doctrina fatalista, la dinámica de la esperanza es nula, no hay sinergia de
regreso, por consiguiente es consumista, mercantilista, neo-liberal y alienista.
El carácter
defensivo de la teoría mundo hostil, lo lleva intrínseco en la titulación, la
defensa es la mejor ofensiva inculcada por el miedo en una situación
generalizada. Un ataque recibido en hostilidad puede ser repelido con facilidad
y generar contraataque.
La localidad
amorfa de la teoría donde no se reconocen opositores, no hay contradictores, enemigos, ni depredadores naturales. Empuja al caos situacional, todos sin
miramiento comparten el mismo entorno de
peligro manifiesto, un estado de sitio de la cosa.
Todos los
elementos doctrinales dirigen una conspiración disuasiva, un Status Quo, dentro
un momento tenso, que no debe ser advertido por movimiento tosco, para no
accionar el impulso hostil de reacción atómica.
A modo
explicativo, la Teoría del Mundo Hostil, debe ser analizada desde el punto de vista de un fumador pasivo:
'El
tabaquismo, el hábito de fumar, crea un sujeto pasivo, que es víctima directa de
la acción de un tercero, quien contamina el aire con cientos de sustancias químicas
como alquitrán, monóxido de Carbono (CO) (veneno), nicotina, fenol, crecol, benceno (cemento de goma), estireno, formaldehído (usado para embalsamar), arsénico (usado como veneno de rata) y 5.000 sustancias más, que
son causantes de cáncer de pulmón, enfisemas y enfermedades cardiacas'. (Tabacaleras)
El fumador
pasivo no pidió fumar, no escogió inhalar aire contaminado, sin embargo, se ve
rodeado por un humo tóxico con decenas de metros de influencia, que respira repetidamente ajeno a
su voluntad, degradando su salud por un hábito legal y socialmente aceptado, e inmensamente perjudicial para su organismo.
Aterrizado en determinismo, causa, efecto, el fumador pasivo, interioriza la realidad
de vivir en un mundo hostil.
Jorge Enrique
Moncada Angel
Publicación patrocinada por BuenaMar,
la marca del fin del mundo
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