“Quedantes”, Entrantes
y Salientes
El juego político terminó, - cambios de
mandatos, dejan “quedantes”, enamorados de la gestión pública, comandantes
eternos de atardeceres desde el poder-. Figuras que no se marchitan, ni con
fenómeno del niño. Esos mismos abren puertas a los “Entrantes”, novatos y
bisoños practicantes del ejercicio social de gobernar. Todos con muy buenos
propósitos despiden a los “salientes”,
acompañándolos con sus propias buenas intenciones, que se van igual.
Después de cada triunfo o derrota, siempre
somos aterrizados con la gravedad de la realidad, nuestras ideas y metas se
trastocan con las nuevas rutas impuestas por aconteceres espontáneos que surgen
en la práctica del ejercicio social de vivir para los demás y en otro caso vivir para uno
mismo. La responsabilidad es bálsamo que convierte el triunfo en derrota y la
derrota en triunfo. -Su uso o no, trae consecuencias-. Aunque siempre es
preferible ser triunfador que perdedor, para no tener que tentar el ufanado
azar de ser alguien por causas
cabalísticas, por consiguiente no creo fácil volver a jugar por efecto
del empalago del poder.
La renovación de uno mismo, el volverse a
inventar, ser constructor del ímpetu colectivo y a la vez, reflexión de tribulaciones grupales, debe ser insumo de
nuevos líderes en Cartago. Para matizar positivamente cada aspecto, balanceando
toda batalla ganada o perdida. A la final creo, qué el único que pone límite a las oportunidades, somos
nosotros mismos y sí permitimos que alguien lo haga, es porque el viento en
contra seduce por ser una deliciosa sensación, que también queremos en la
espalda.
No le dé la espalda al futuro. Dele la cara a
la adversidad y dese todas las oportunidades que necesite.
Primer dominical 2.016 por Jorge Moncada |
En Almacén Oporto |
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