Columna de
Última Hora Cartago
Hoy 24 de
Julio de 2.015, siendo las 5:13 de la tarde, me dispongo a escribir mí columna
del Domingo en el Blog personal “Vía @ModaPolitica”,
es de carácter literario urgente, prosa rápida
con letras afanadas, por la actual realidad que vive Cartago, Valle del Cauca.
Está bella
ciudad del Norte del Valle, está sumida en la más complicada y disparatada situación.
Salida del Cine Negro o Film Noir, es
una escena del desarrollo temático de catástrofe política, por consecuencia del vil asesinado de un líder cívico, merecido
por el pueblo y odiado por la ciudad, la urbe parece reverdecer en todos los
rincones, sobre la esperanza fratricida de la mancha de sangre, qué ha dejado puertas
entre abiertas en todos los corazones.
No es desesperanza,
tampoco es odio, ni frustración, es
sinergia de una colectividad, que necesita cambiar, progresar, abrazar un
futuro radiante, como el sol que nos
alumbra, pero que lleva sobre las espaldas las malas práctica políticas de los
últimos 30 años. No quiero entrar en minucias, pero debo nombrar algunos males
que compartimos con todos los municipios desde punta gallinas hasta Leticia, microtráfico,
proxenetismo, corrupción política y depredación ambiental; todos amalgamados en el crisol del silencio,
bien sea comprado, regalado y donado por el perezoso o conformista ciudadano.
Está complacencia no tiene estratos, ni raza, ni sexo, ni color de piel, es simplemente la impronta de los seres
humanos, cuando nos equivocamos adrede, para
probar la experiencia de caminar en la oscuridad, al sentirnos cómodos
con el peligro.
Mí Cartago necesita
ayuda, en el corazón de cada uno de sus
habitantes, el corazón de nuestras casas; nosotros
necesitamos que no nos asfixien con
impuestos, servicios públicos carísimos y oportunidades tangibles de mejorar
como personas.
Mí Cartago no necesita promesas, ni
imaginarios majestuosos, ni soluciones creadas para el universo entero, en agua, sanidad, salud, movilidad, que nunca
se hacen realidad, por ser tan universales del orden ordinario.
Pero sobre todo, no necesitamos ser gobernados
con el juego del bobito, entre Cali, Pereira,
Bogotá y Miami, que jugando y jugando, pueden desencadenar la violencia partidista de
los años 50´s, coletazo de las guerras mundiales, que refugiaron criminales bélicos, perdonaron culpables y
condenaron inocentes; además desencadenaron la época del
apogeo narco, la cual ayudo a trastocar los valores primarios de la sociedad. Ahora
quieren iniciar una cruzada para combatir corrupción con más corrupción,
envidando a los peores mercenarios a cazar a los altaneros sobrevivientes del
buen vivir con facturas de servicio público y predial. Buscando desplazar indirectamente,
a los celosos habitantes, de un paraíso, llamado CARTAGO.
Terminada de
escribir a las 6:14 Pm, del viernes 24 de
julio de 2.015, sin anexar o corregir nada.
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