Veo Una Sombra Ajena
Frente a mis
ojos, tengo una clínica oftalmológica,
dicha clínica, antes de ser construida, era una residencia de honorables Cartagüeños, aquellos que no
necesitaban "gafas" para discernir entre la
miopía de cortar un árbol y el astigmatismo de no reponerlo. Dos hermosos almendros y prados verdes, daban sombra y frescura a la residencia, con la construcción de la clínica, los
almendros fueron talados y los prados cubiertos de cemento, allí se erigió un edificio con estilo Bauhaus, con
toques minimalistas y un error visual,
al hacer monumento a electricistas, con la fuente
eléctrica, la cual recibe a visitantes, con su fea presencia.
La idea no
es “ver la viga” con ubicación
errónea de la fuente, pero sí ver, el
mal uso del cobijo de los árboles, que
están frente al edificio. Por la
ausencia de los mismos, todos los pacientes, parquean sus motos, carros,
bicicletas, etc... en la sombra de los
árboles aún en pie, ya que la clínica carece de techo natural arbóreo. Recordemos que dos hermosos almendros fueron
talados, con permiso o sin permiso, da
lo mismo; el daño es igual y no necesitamos lágrimas artificiales, para llorar
el arboricidio, pero si un poco de miel, para seguir gritando “NO PARQUEE,
entrada vehicular”.
No quisiera
ser injusto, ni señalar bajo sofismas, aquellos que defienden el progreso desde
la tarima de la tala de árboles, o
llaman a los ambientalistas “oportunistas”, que se “rasgan las vestiduras” en el ocaso del auxilio de “unos arbustos” en Cartago, aunque
me parece verlos llegar a la clínica oftalmológica, buscando ayuda para sus
ojos, afectados por el cegador sol y parqueando sus móviles en la sombra, para que no se calienten los asientos de sus motos, evitando la molestia
de sentarse en superficies calientes, que pueden generar, incomodas afectaciones.
Al cortar
los dos almendros, no solamente se afectó, la calidad de la atención a los
pacientes, sino también, incomodó a todos los vecinos, que ven horrorizados,
como los usuarios, huyen del sol inclemente y se refugian al ver , el cobijo, de una sombra ajena.
Activista Ambientalista Cartago |
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