Golpes de Paz
Hoy 1 de Octubre de 2.016 a un día del plebiscito
refrendatorio de los Acuerdo de la Habana entre Gobierno Santos y la guerrilla
de las Farc y a 30 días de Halloween. Ya he recibido golpes de paz.
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Llamo golpes de paz a las primeras manifestaciones de
cambio, de impulso, de dinámica social y económica que empiezan a suceder en la
vida cotidiana de los ciudadanos.
El primer golpe de paz recibido es la “pesquisa” intromisión
directa de las multinacionales productoras de
herbicidas.
Propiamente, La
multinacional Dow Chemical Company, una
corporación química de las más grandes del mundo.
Está corporación ha enviado
emisarios a pequeñas parcelas en el Valle del Cauca, para hacer experimentos, pruebas, estudios, y
recolección de información sobre efectos de sus herbicidas en terreno, aplicadas sobre malezas tropicales.
Estos mensajeros no se identifican propiamente como
trabajadores de Dow Chemical, por ‘principio de confidencialidad’ ( propio discurso de los mercenario de Dow Chemical Corporation).
Con ésta estrategia engañan a la gente, prometiéndoles una muestra del químico (herbicida) por permitir hacer los experimentos en sus parcelas, por el lapso
de tres meses. Sin cuantificar y cualificar, el daño que puede causar en el
suelo, la aspersión del veneno en estudio. Sin advertir la degradación del suelo, debido al tráfico de personas y automotores causado para seguimiento de las
aplicaciones. Surgen muchas preguntas del ‘modus operandi’ de los mercenarios,
pero antes de formularlas quiero llegar a la sinergia de los golpes de paz. Al núcleo de donde surgen.
El segundo golpe de paz es dado sin diplomacia, es un
golpe crudo y contundente desde la normatividad minera.
La única industria de Cartago es la producción de teja
y ladrillo, cuál obtiene la materia prima del suelo. La extracción de tierra se
ha efectuado de forma ilegal desde el inicio. Ésta ilegalidad ha
alimentado una industria que corrompe políticamente hablando, los controles ambientales fiscales: demasiadamente influyente
por construir “casas gratis” y muy lucrativa por el nulo control al
ejercicio.
Ahora con la necesidad de tener títulos mineros para
extraer el material, ésta industria ha sido asimilada por los buscadores de lucro
fácil, quienes ven en el título minero vía asociación de productores de teja y
ladrillo, una muy sencilla forma de desplazar campesinos y adquirir tierras baratas
bajo la amenaza de hacer valer un título
minero sobre la propiedad de los legítimos dueños de las parcelas.
Bajo la legalidad minera se esconden los más temibles
hampones de talla nacional e internacional. Muchas de las multinacionales han
sido señaladas en África, América del Sur y Asía de ser co-autores de masacres
y desplazamientos de comunidades enteras y destrucción de bosques; por ende de
riqueza florística y faunística. Quienes
ven en la gabela de la legalidad la forma pertinente para ejercer su poder
sobre el negocio de finca raíz de la
Colombia rural.
La pésima negociación de paz, arrojó cómo resultado, una nueva forma de "especulación inmobiliaria!
La pésima negociación de paz, arrojó cómo resultado, una nueva forma de "especulación inmobiliaria!
Los malos ejemplos lucrativos, son combustible de destrucción en una sociedad sin un
presente claro.
El golpe de paz es dado por la total negligencia de
los negociadores del acuerdo de paz, que no se atrevieron a discutir el grave
problema del territorio colombiano,
convertido en una sola y gigantesca concesión minera. A título de golpe de paz.
Jorge Enrique Moncada Angel
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