Cartago,
Regalías Sin Raíces
Los
ambientalista de Cartago realizaron visita a terreno: construcción, Avenida Santa
Ana y Obras complementarias que adelanta el Consorcio Villa de Robledo. (Consorcio
foráneo con nombre regional).
Desde la zona
cero de la obra: la plaza de ferias. Encontramos maltrato a los árboles que
siguen aún en pie, y fueron salvados por los ambientalistas. Estos árboles
son golpeados por la maquinaria y clavados con enormes puntillas para realizar
la separación con tela, senderos peatonales y zonas de trabajo.
El espíritu de maltrato, ha sido la común
herramienta desde el inicio de la obra. Son malas maneras las que utilizan la
clase política y contratantes para menospreciar a la comunidad, tales como
engaño, desinformación, silencios administrativos - camino que usan para relacionarse con los “quejosos ambientalistas”-, que velan por el derecho al ambiente sano, derecho al esparcimiento y dignas zonas verdes.
El desprecio a las veedurías ciudadanas es tan grande, que los accionantes de la audiencia pública ambiental,
desarrollada el 23 de noviembre de 2.015, para oponerse a la tala de árboles, tuvieron
que interponer una acción de tutela por la vulneración al debido proceso e
información, cuyos derechos fueron transgredidos por la Corporación Autónoma
Regional CVC, al no comunicar debidamente la resolución salida de la audiencia
pública. (audiencias, que según Corporaciones Autónomas son informativas, no de debate o decisorias).
Vale recordar, que el Tribunal Superior de Buga, encontró vulnerado el derecho al debido proceso e instó u "obligó" a la
CVC a rehacer la resolución, con el acompañamiento de la comunidad (cosa que no cumplió). Tramite administrativo
de aprovechamiento forestal que
pidió la Alcaldía de Cartago para el inicio de la obra.
Aquí surgen
varias preguntas: ¿por qué la CVC no rehízo la resolución, llamando a la
comunidad a realizar la Audiencia Pública para hacer un 'acompañamiento integral a la
intervención'? (De hecho fue la comunidad quien pidió la audiencia pública para
oponerse a la tala, NO la CVC) cuál quedó en entre dicho por el fallo del
Tribunal Superior de Buga.
¿Por qué iniciaron la tala de los árboles, sí la resolución quedó sin valides por el efecto de la tulela interpuesta?, ambas acciones son un desacato.
¿Por qué iniciaron la tala de los árboles, sí la resolución quedó sin valides por el efecto de la tulela interpuesta?, ambas acciones son un desacato.
Rehecha la
resolución a su antojo, el Consorcio Villa de Robledo, tala más árboles, de los
que tienen permiso: hasta el momento se han contabilizado 10 individuos arbóreos talados
sin aval de erradicación. Pero la CVC parece que desapareció de la atmósfera de
la ciudad, no hace actos de presencia, ni control. Es una violación fragrante de normatividad nacional, multilateral y clara cesación de sus
funciones.
Los proyectos
de regalías en Cartago, no tienen raíces, ni sentimientos, ni consideración con
los ciudadanos, ni con el medio ambiente por el hecho de usurpar el civismo y arraigo por la comarca.
Son proyectos con recursos de regalías realizados por grupos satélites
de contratación con filosofía nómada, que llegan, destruyen, aprovechan
y se echan a perder. (la comunidad teme que quede en el limbo la reposición arbórea).
Es el caso
del proyecto de regalías destinado a los Bordados de Cartago. Se realizó, y
no dejó sino “pesares”. Puntualmente, división, falta de insumos, falta de maquinaria, falta
de agremiación, falta de visibilización de las bordadoras, falta de
reconocimiento a los artesanos, falta de equipos. Lo más triste del proyecto es
el empujón para seguir en la pobreza, en la trastienda y el olvido a nobles y humildes artesanas,
que continúan condenadas a la informalidad laboral, explotación y esclavitud
moderna.
Un proyecto de $ 5.000 millones, que sólo dejó millas acumuladas en las
aerolíneas por “viajes a Miami” de unos cuantos nuevos cartagüeños y
unas pobres notas periodística sobre agencias de modelaje. Qué cumplió más la
función de publirreportaje comercial privado, que proyecto de capital humano de
la Villa de Robledo.
El pueblo de
Cartago es mayúsculo frente a sus gobernantes, tiene un alma tan grande, que no
puede tener cabida en medio de la corrupción reinante de la administración
municipal, departamental y CVC.
No dejemos que la vida, rehaga y recomponga el túnel bordado de árboles, que perdimos por el insaciable lucro impúdico de los nómadas de la corrupción,
profesionalizados en contratos de regalías y muy bisoños en la reposición
arbórea y trato humanizante... Luchemos - Más árboles, menos corrupción.
Jorge Enrique Moncada Angel
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