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sábado, 10 de septiembre de 2016

La Caña en el Valle, Crematorio de Oxígeno (Trigésimo sexto dominical 2.016)

Crematorio de Oxígeno, La Caña En El Valle




www.jorgemoncada.co 
Un crematorio de oxígeno,  un incendio sistemático  y legal, producto de la articulación entre los grandes capitales agroindustriales y la permisividad institucional,  cuece la tierra adyacente al  río Cauca.  Camino a la desertificación.

La gran despensa agrícola de Colombia, el paraíso terrenal, la envidia de los agricultores del mundo entero,  es consumida por un fuego provocado  por manos agremiadas y todo esto, dentro del marco legal.

Asocaña, asociación de cultivadores de caña de azúcar del Valle del Cauca, en contubernio con la CVC, la corporación autónoma regional del Valle del Cauca, están inmersos en una confabulación para ahorrar en mano de obra (no calificada) es decir, no dar trabajo a los  necesitados; aquellos que podrían hacer el trabajo de la candela.  Con la punzante  severidad, en  detrimento del aire, agua, vida, trabajo  y ambiente sano de los seres humanos. Además,  contribuyendo con emisiones de gases de efecto invernadero, generando más cambio climático y calentamiento global. 

Dichos entes,  no están a la altura de  la idealización paradisiaca, paisajística y cultural del Valle del Cauca.  Son movidos por intereses necios, irresponsables, basados en el no futuro, sólo  buscan el presente rentístico. 

Estamos ‘guarapiados’ los vallunos,  borrachos con la quema de la caña. Entre ministros del medio ambiente, que van y entran en función  del relajo, quedan sueltas las declaraciones de prohibición de incendios  a propósito. Las quemas controladas, tanto de la caña azúcar para cosecha y pos cosecha del maíz. Son legales.  ¿Pero qué tan legal será ensuciar las sábanas blancas en los tendederos de las matronas del Valle del Cauca con la pavesa de la caña?, ¿Qué tan legal son las emisiones atmosféricas en el marco de los tratados, suscritos por Colombia, para la mitigación de GEI en las Naciones Unidas? Tantas preguntas cómo fósforos iniciando “quemas controladas”, en este momento.

La caña de azúcar es un monocultivo, tiene 225. 560 hectáreas en el valle geográfico del río Cauca, más del 50 % de las tierras planas del departamento del valle son cultivos de caña, o podrían llamarse más bien crematorios al aire libre, donde “incineran y vuelven nubes” los pequeños mamíferos, reptiles, pájaros, insectos, frutales, árboles, guaduales y todo lo que el fuego pueda abrasar. 

Nadie puede controlar la candela. Nadie puede ordenar o dirigir su movimiento destructor. Así cómo ningún quejoso ha podido controlar al gremio de Asocaña y su cómplice de incendios la Corporación Autónoma Regional CVC.

Aquí un ejemplo de cinismo legal:

Resolución 0100 No. 0100-0833 de 2.011, expedida por la dirección regional de la CVC.Y renovación de la misma por 5 años más 2.016.

Titula la piromaniaca resolución:

“RENOVACIÓN DE PERMISO COLECTIVO DE EMISIONES ATMOSFÉRICAS, PARA LA PRÁCTICA DE QUEMAS ABIERTAS CONTROLADAS EN LAS ÁREAS  RURALES, PARA LA RECOLECCIÓN DE COSECHAS DE CAÑA DE AZÚCAR, EN LA JURISDICCIÓN DEL VALLE DEL CAUCA, A LOS INGENIOS AGREMIADOS A LA ASOCIACIÓN DE CULTIVADORES DE CAÑA DE AZUCAR- ASOCAÑA”.

Me siento ahogado por el humo y la irrisoria suma de TRECIENTOS SESENTA Y NUEVE MIL TREINTA Y CUATRO PESOS ($369.034) que debió pagar “por una sola vez” ASOCAÑA,  por el estudio de renovación del permiso de Emisiones Atmosféricas (“quemas controladas y abiertas”)  a la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca –CVC.

Los Vallecaucanos no estamos pensando por la saturación atmosférica de CO2 y CO producidos por la quema de la caña. La acción de quema controlada no deja llegar suficiente oxígeno a nuestro cerebro.

Bienvenidos al Valle del Cauca, el más grande crematorio de oxígeno del mundo.


Jorge Enrique Moncada Angel 


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