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domingo, 20 de septiembre de 2015

Controvertida Autoridad Ambiental



El ambiente de las rumbas, es el único ambiente, del cuál se preocupan las corporaciones autónomas regionales. Instituciones sui géneris que vigilan el nivel de ruido de las ciudades, especialmente en  sitios públicos, negocios y establecimientos de diversión nocturna; utilizando un sofisticado dispositivo de medición, llamado, -medidor de decibeles-, qué ahora se descarga vía aplicación web.

Pero controlar el volumen de ruido, no es la misión primaria para la que  fue creada;  se originó por la necesidad del Estado, de  tener un organismo de control descentralizado, que vigilara, cuidara y fuera garante de la conservación de la riqueza del medio ambiente Colombiano, figurando una corporación autónoma regional, con facultades de contravención y cuasi judicialización  de los infractores del medio ambiente a nivel local. Apalancada con recursos propios (multas a infractores) municipales (porcentaje impuesto predial), departamentales (libre destinación), nacionales (destinación específica) e internacionales (convenios).

Estas corporaciones también están facultadas con la autoridad de permitir y denegar olores, erradicar árboles, otorgar permisos  de aprovechamiento forestal, aprovechamiento hídrico, daño forestal, daño hídrico,  licencias ambientales para infraestructura y minería, tala, quema y destrucción de flora y fauna. Un ejemplo claro son los permisos para aprovechamiento forestal al transformar árboles en  carbón vegetal, qué incinera árboles y su hábitat conexo de pájaros, insectos y fauna silvestre, en el proceso de la obtención del carbón.

Está amalgama de funciones para está respetada institución a nivel burocrático, pero con baja estima a nivel de opinión pública, da como resultado la grotesca realidad de vivir en la sequía de proyectos de conservación y  en avalanchas de daños ambientales severos, escudados en los permisos legales, buscando además contraventores en los desprevenidos y pobres campesinos.

Las corporaciones autónomas regionales son las culpables del mal  aprovechamiento hídrico de los productores del monocultivo de la caña, que malgastan ingentes cantidades de agua, dejando  sin liquido vital  a toda quebrada, río, aljibe o pozo profundo, donde tenga influencia, además de la quema y mala adecuación de la tierra con la obligatoria necesidad de talar árboles para ampliar frontera agrícola. Y la aspersión  de cientos de metros cúbicos de pesticidas, fungicidas, madurantes artificiales, incurriendo en uso comercial del famoso Roundup, asperjado para la erradicación de cultivos de coca, que termina en las correntias de aguas y es considerado un agente cancerígeno. Y cómo moño de la tragedia, es imposible recoger aguas lluvias, en municipio alguno del Valle del Cauca, por encontrarse oscurecidas por la pavesa de la quema de la caña. 

Es decir: el  director de la orquesta  de conservación ambiental, baila, pita, aplaude, zapatea, silba y toca la trompeta del juicio final de la naturaleza Colombiana. Empero, el mismo  maneja –medidor de decibeles - en contra del gran ambiente natural.   “(¿)”


www.jorgemoncada.co


Foto, Jorge Moncada, más no obra pictórica!! 



1 comentario:

  1. ¿Decir, que oficia de asesor de las corporaciones autónomas regionales, es un verdadero descrédito o trampolín de carrera corrupta?

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